Siempre he sido un romántico. Esta actitud ante la vida ya se vislumbraba cuando ejercía de ineficaz poeta escribiéndole cartas a las muchachas que ocupaban mi mente en plena adolescencia. Por aquel entonces, dulzificaba el día a día con esa música que muchos denominan como ‘pastelosa'. El dúo formado por Tunde Baiyewu y Paul Tucker, los Lighthouse Family, formaban parte de esta categoría. Sonaron muy fuerte en España con ‘Postcards from Heaven' (1997), álbum en el que está ‘High', pero tanto ‘Ocean Drive' (1995) como ‘Whatever gets you through the day' (2001) merecen muchísima la pena. Cálidas melodías y una voz sensual para encontrar cobijo esta noche. ¿Nos ponemos ‘pastelosos'?
Ayer se cumplieron 32 años del trágico asesinato de John Lennon. Medio mundo (redes sociales, medios de comunicación) se hizo eco de sus palabras y canciones. Asimismo, hace escasos días se cumplieron tres décadas del lanzamiento de ‘Thriller', el álbum que cambió las reglas del videoclip (expresión ya célebre) y la joya sonora que encumbró a Michael Jackson tras el inicio de su trayectoria en solitario con ‘Off the wall' después de ‘The Jackson's Five'.
Más allá de toda la parafernalia comercial que envolvió a la creación del disco, esta obra maestra quedará para siempre en la historia de la música con ‘hits' como ‘Wanna Be Startin' Somethin', realmente deliciosa en vivo. Cuando todavía se vendían copias, vendió entre 60 y 100 millones. Una barbaridad. ‘Back in Black' de AC/DC (1980), ‘Dark side of the moon' de Pink Floyd (1983), ‘IV' de Led Zeppelin (1971) o ‘Rumours' de Fleetwood Mac (1977) fueron otros de los álbumes con las mayores ventas de todos los tiempos. Por algo será...
La música funciona como una extraordinaria fuente de motivación. Sirve para ponerle el ritmo a tu vida, a la velocidad y al sentimiento en el que deseas moverte. Desde el pasado jueves y hasta el lunes residiré en un encierro laboral inevitable, circunstancia que precisa una ambientación única. ¿Cuál podría ser? Una de esas personas que me conoce muy bien soltó aquello de "vamos a aumentar la productividad" y empezó a sonar Stevie Wonder en su fase más precoz con temas como ‘Fingertips'. El rendimiento mejoró ostensiblemente. Uno nunca se cansa de escuchar su discografía durante los 60 y 70. Pocos artistas pueden superarle.
Julián Maeso (Sunday Drivers, Speaklow, The Sunday Drivers) ofreció el pasado sábado en la sala El Sol (Madrid) uno de los mejores conciertos que recuerdo, dos horas de música en estado puro para ilustrar al personal con los temas de ‘Dreams are gone', su primer y maravilloso trabajo discográfico en solitario.
Este excelente músico y virtuoso del hammond, cuya valía como multiinstrumentista pudo comprobar todo Dios in ‘situ', firmó una de las actuaciones más auténticas que este ser humano recuerda sobre un escenario, interpretando el repertorio de este doble álbum compuesto por 19 canciones, cada cuál más redonda y desvestida ante nosotros como si acabaran de nacer otra vez.
Blues, rock, soul, country o folk conviven en la idiosincrasia artística de Maeso, quien provocó una viaje inmediato a los 60 y los 70 con la ayuda de una banda bestial (Antonio Pax, Pere Mallén, Pablo Gisgert, Sergi Fecé) y tres lujosas colaboraciones (El Indio de Vetusta, Mayka Edjo de The Sweet Vandals, el bailarín Lucas Tadeo). ‘Dreams are gone' salió a la luz el 22 de mayo y los elogios se acumulan en torno a la figura de un hombre que ha sabido transmitir perfectamente a través de este disco y en cada minuto del mencionado directo todo el amor que siente por la música, así como su capacidad para transmitirla.
Hubo mil instantes para el recuerdo (‘Little by Little' sonó de un modo salvaje como se puede comprobar en el primer vídeo), aunque uno sobresalió por encima de todos: la versión que realizó del ‘What a wonderful world' de Louis Amstrong, punto y final de la preciosa historia inmersa en las próximas imágenes. Disfruten.
PD: Los jueves suele marcarse una jam dedicada a la música de raíz afroamericana en la sala Tempo (donde actúan este viernes los Freedonia) con su cantante Aurora García, Abel Trigo (Good god!), Mani (Mama Boogie) y Arturo (Fito). Habrá que ir...
Los Doce Tenores están sobre el escenario del Teatro Nuevo Apolo desde el pasado día 7 y abandonarán este bellísimo lugar el 18 de noviembre tras entregar sus fantásticas voces, así como una elegancia innata en cada gesto, a decenas de espectadores. En definitiva, una propuesta tan satisfactoria en el aspecto técnico como decepcionante desde un punto de vista más escénico, sin un envoltorio acorde al desembolso económico (28 a 48 euros) y a la magia de las canciones interpretadas (excesivamente románticas) por esta multitud irlandesa.
En su mayoría, Los Doce Tenores proceden de aquella tierra y la formación fue creada en 2005 (sólo quedan tres desde sus inicios) por la empresa de espectáculos Spirit para recorrer medio mundo con un repertorio apto para seres especialmente sensibles a las emociones o de lágrima fácil. Arvid Larsen, Adam Hills, Timothy Oxbrow, Duncan Heather, David Hodgson, Aston Dobson, Robert Robinson, Nicholas Wyschna, Austin Wilks, Simon Bulley, Darren Wright y Jonathan Hawkins configuran un arco iris de tonalidades interpretativas que va creciendo con el desarrollo del repertorio.
Entre temas clásicos y contemporáneos, faltos de mayor agitación corporal o vocal pese a los intentos de tradición irlandesa, Los Doce Tenores consiguen crear varios momentos mágicos, aunque apagados visualmente por una escenografía pobre, así por un acompañamiento musical muy mejorable. Pese a todo, ellos sacan nota.
Ya han pasado varios días desde su nuevo paso por Madrid (el año pasado se estrenó aquí tras más de medio siglo dedicada a la música), pero resulta imposible olvidarse de Mavis Staples y ese ratito (cerca de hora y media) que nos regaló a los presentes el 7-N en La Riviera, extrañamente concebida para la ocasión.
En un escenario completamente inadecuado para el evento, la mítica cantante e intérprete estadounidense (Chicago, 1940) hipnotizó a sus fans, un grupo tan reducido como entusiasta, junto a la poderosa banda que la acompaña habitualmente, donde brillan músicos como Rick Holmstrom (guitarra, voces) o Jeff Turmes (bajo, coros). Allí, Staples constató la enésima juventud de una mujer legendaria, cuya contribución artística a la música merece una reverencia.
‘You are not alone' (2010) y ‘Have a little faith' (2009) han revitalizado una carrera educada en el gospel, el blues o el soul tras haber crecido con The Staple Singers, quienes hicieron tanto por la lucha contra el racismo y en favor de la igualdad. Nuestra diva calentó la gélida noche madrileña, recordando aquello de que el arte, cuando sale desde lo más profundo de nuestro ser, no entiende de edades.
Llevan varias semanas sonando en mi cabeza y merecían un sitio en este pequeño rincón musical por múltiples razones entre las que podríamos incluir su frescura sonora, la originalidad artística de este cuarteto nacido en la Universidad de Leeds (Inglaterra) hace cinco años o el extraordinario mérito de haber creado un debut discográfico tan redondo como ‘An awesome wave'.
Están en boca de mucha gente, sin que esta circunstancia pueda considerarse una casualidad ni la clásica moda de agobiar al personal con grupos nuevos para renovar la escena mediática. Joe Newman (guitarra, voz), Gwil Sainsbury (guitarra, bajo), Thom Green (batería), Gus Unger-Hamilton (teclados) se unieron en su momento para regalarnos atmósferas musicales que detienen el tiempo, congelando el vértigo diario que nos impide mirar alrededor.
Mediante las 14 canciones de difícil definición estilística que componen este álbum pletórico nos hacen felices, aunque observando las próximas fechas de su gira europea no haya un solo directo en territorio español. ‘An awesome wave' ha salido a la luz en este 2012 y nadie concibe que puedan pasar desapercibidos.
El próximo miércoles tendré la oportunidad de ver en vivo a la gran Mavis Staples, una de las grandes voces del soul y el gospel de todos los tiempos. Con más 70 años a sus espaldas, esta artista nacida en Chicago forma parte de la programación del Festival de Jazz de Madrid y actuará en La Riviera (Madrid) para nuestro asombro.
Mítica integrante de The Staples Center, ha trabajado con gente como Curtis Mayfield o Holland-Dozier-Holland y muchos comparan su voz con la de Aretha Franklin. Palabras mayores, aunque nada exageradas. Ha publicado diez discos en solitario y el último, ‘You are not alone' (2010), ha tenido la producción de Jeff Tweedy (Wilco). Aquí están los dos dándolo todo. ¡Feliz domingo!
Mi amigo y compañero de fatigas musicales Jorge Barrachina ‘pinchó' el pasado domingo en Los Cuatro Elementos dos auténticas maravillas sonoras procedentes de un proyecto que me tiene completamente loco. Se hacen llamar El Antiguo, son cuatro músicos experimentados (Taro Sousa, The Dawn, JM Serrano, Naño Cañamares) que llegan desde Sevilla y se han inspirado en la figura del poeta inglés F. Anthony Booker para firmar recientemente este disco excepcional.
El álbum, a vuestra entera disposición en su Bandcamp, dura casi dos horas y, en palabras de la banda, supone un viaje a paisajes desérticos, montañas, mares bravos y lagos en calma. Pink Floyd, The Doors, Neil Young, Pearl Jam o la Creedence son algunas de sus influencias, pero dejémonos de historias y vayamos al grano. Escuchen y gocen. Les harán volar hasta el infinito.
La tragedia del Madrid Arena (tres jóvenes fallecidas y dos hospitalizadas) ha conmocionado a todo el mundo. Lo que iba a ser una tremenda fiesta electrónica en la noche de Halloween para ver al aclamado Steve Aoki ha destrozado la vida de cinco chicas (tres han perdido la vida, dos se encuentran en estado muy crítico) y las de sus familias.
La saturación de gente en un paso estrecho, donde coincidieron múltiples personas que querían entrar con otras que deseaban salir del recinto por el agobio humano y el miedo tras el lanzamiento de una bengala, propició este horroroso suceso. Las chicas perdieron la vida por aplastamiento y asfixia.
Los testimonios de los jóvenes allí presentes y los vídeos del recinto demuestran que se sobrepasó el aforo establecido para la fiesta (la policía ha concluido que entraron sin control cientos de jóvenes). El plan de seguridad brilló por su ausencia y alguien tendrá que pagar por todo esto, aunque ya será demasiado tarde. Nada ni nadie podrá recuperar las vidas de estas jóvenes.
Quienes salimos de fiesta y asistimos a este tipo de macrofiestas sabemos perfectamente que el trágico contexto se produce con demasiada frecuencia, aunque siempre tiene que haber una desgracia para reflexionar sobre tanta ilegalidad organizativa. Ojalá lo sucedido sirva para aprender una lección dura, demasiado dura. Descansen en paz...
Vigués. Gallego. Periodista 'todoterreno'. Entusiasta de la vida. Melómano. Loco del deporte. Celtista. Enérgico. Radiofónico. Así es Marcos Blanco, periodista que actualmente colabora en el Grupo de Comunicación Gente con este blog, que nació un 19 de noviembre de 2008 con un 'post' sobre Jamie Cullum.
Esta web ha funcionado durante todo este tiempo como una banda sonora diaria, repleta de canciones que nos hacen amar la vida. Recuerdos, descubrimientos, opiniones, novedades, entrevistas o crónicas de conciertos han formado parte de 'Melómanos' y seguimos en la brecha:
